martes, junio 14, 2005

De senectute Regis

"Donde otros ven paz... Yo veo tedio.

Donde otros ven amor, YO veo hipocresía.

Donde otros ven sosiego, yo comprendo estupidez supina y de cúbito prono sumisión.

¡¡Capullos!!"

Así rezaba una pintada en una pared, que escrita en rojo sobre ladrillo rojo, habría pasado desapercibida para casi cualquier otro viandante, pero no para Igramul.

Igramul había nacido centenares de años ha de una pareja acaudalada y acomodada de campesinos y había madurado comprobando como cada vez que el calendario perdía una hoja, el mundo se hacía más viejo y más decrépito.

Para otros ganaba en vanguardia, en libertad y en tantos otros valores. Para esos otros él habría sido un viejo loco trasnochado.

Él sólo veía decrepitud, y para él las paredes de la biblioteca rezumaban podredumbre. La misma biblioteca que otrora fuera su morada y le permitiera así encontrar saber entre sus muros, así encontrar sabios en sus salones. La misma biblioteca cuya fachada de ladrillo rojo lucía ahora esa irreverente y desesperanzadora pintada.

Porque esa pintada no era fruto del vandalismo de sabe Dios qué jovenzuelos buscadores de problemas.

Aquella pintada era el lamento de alguen que se dolía por el pasado. De alguien al que el amor por el pasado consumía desde dentro hacia afuera. De alguien que vivía por y para la nostalgia.

Igramul identificó de inmediato la caligrafía y supo qué hacer en ese mismo instante. No podía dejar de mirar atrás, y no podía dejar de dolerse.

Cual Edmundo Dantés recién salido de una secular reclusión, se prometió que los que había destruido su matriz, su dadora de vida a éste su mundo, sufrirían. Sufrirían desgracias sinnúmero antes de morir de alguna forma espantosa o acaso antes de no morir.

¿En qué pensaba Igramul cuando por vez primera se encontró frente a aquellas paredes, refulgentes de la vida interior que dentro tenían?

Tenía el corazón en paz y la inteligencia calma, presta a destruir a los destructores de su pasado.

- Que tiemblen -

Y no lo dijo con odio, ni profundo ni somero. No lo dijo con emoción de ninguna clase. Lo dijo con pasmosa calma y atronador, pero a pesar de todo silencioso aplomo.

Y si sus enemigos le hubieran oído, le habría temido. Si sus enemigos le hubieran oído no habrían sacado sus respectivas cabezas de sus respectivas guaridas sino que antes bien, se habrían puesto de acuerdo entre ellos olvidando sus diferencias para hacer frente a un enemigo común.

Pero sus enemigos nunca destacaron por su inteligencia, ni por sus contactos, y no sabrían del poderoso enemigo que se les echaba encima hasta que la certeza de un dolor que no pueda tener fin no fuera sino una piedra en sus entrañas.

Consumiéndoles desde dentro. Para siempre.

Igramul, cumplidor con los tópicos del cine, se puso unas gafas de sol, se dio media vuelta y se alejó por la misma calle por la que había venido.

___

PD.

Acabo de abrir un hilo con ese mensaje en el foro de la Biblioteca Oscura.

¿Qué me ha impulsado a hacerlo?

¿Seré coherente?

No creo.

¿Pillarán la indirecta? ¿Me chaparán el hilo?

¿Me lo borrarán?

¿Continuaré narrando las andanzas de Igramul?

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Escribes muy bien.

Me gustaría hacer un comentario profundo (referido a indagar en mis recuerdos), pero no será hoy. Algún día, no obstante, si nos reunimos, estaría bien hablar de este post.

15/6/05 21:14  
Blogger Álvaro said...

Hola Franz. Siglos ha que no te leo con ese nombre.

Me vas a poner sentimental, más aun.

17/6/05 05:26  
Anonymous Anónimo said...

Puedo ofreceros mis aposentos para consolaros...

19/6/05 17:12  
Blogger Dhaunae said...

Vale, suficiente durante otros dos años. :P

19/6/05 17:13  
Blogger Álvaro said...

Bienvenida seáis a mis Dominios, Mi Señora Daphne, la Tentadora de Humanos, Ex Regente Oscura de la Vitae Oscura, Ex Bibliotecaria de la biblioteca de Vampiro Edad Oscura para la ... ¡Ay! Ex Biblioteca Oscura,

Mis Dominios son los Vuestros, mi inquebrantable devoción: Vuestra. Caiga el mundo y el Astro Rey me consuma si no cumplo.

Me inclino ante Vuestra tenebrosa Majestad, Vuestra Excelsa Oscuridad. No olvido lo que fuístes y os temo como se teme a Dios. Y os amo como se ama a Dios.

Si puedo prestaros mis servicios, mi vida, mi muerte, incluso mi alma para cualquier menester, aun para el menor de vuestros caprichos, hacédmelo saber: soy Vuestro desde antes de que las estrellas iluminaran la noche.

Vuestro siempre devoto,

Álvaro de Luna.

20/6/05 23:34  
Blogger Dhaunae said...

¡Cuánto me has hecho esperar! :P

21/6/05 00:44  
Blogger Lince said...

caray, que bien lo haces si te pones, moreno.

22/6/05 21:07  

Publicar un comentario

<< Home