viernes, diciembre 09, 2005

Otra de caídas

-Filosofía de parvulario VOL.2-

Cada vez que consigo algo, tengo el impulso terrible de hacer por perderlo. Arrimo el hombro (es un decir) para conseguir algo, con premeditación, siendo consciente de que después querré cerrar ese capítulo, de que después necesitaré destruir lo que he creado o de que, por lo menos, siempre me quedará ese anhelo.

Me excuso ante mí mismo diciéndome que destruyo (o deseo hacerlo) para que lo que yo soy no pase a otra cosa, para que no se me confunda con lo que yo haga, para que lo que yo haga (y digo haga, redundando), que a estas alturas de mi desarrollo personal es circunstancial en todo caso, no se confunda con mi persona: pretendo ser trascendente y lo circunstancial no lo es (me leo y... si me glosara yo a mí mismo no tendría piedad).

Sinceramente, no me gusta la sensación de pérdida pero puesto que prefiero descargar sobre mí mismo la responsabilidad de un acto que me apesadumbre, soy yo el que acaba con esas cosas que me atan... es así pues como lo considero, me atan con su condición de fragilidad, me atan con su naturaleza material. No puedo atesorar cosas, no quiero atesorar cosas pero el despegarme de ellas aún me duele. Anhelo el día en el que perder no me suponga ningún sufrimiento.

A veces tengo la impresión de que lo he logrado, a veces pienso que si me cortaran un brazo no lo echaría en falta, pero pasa un día y descubro que me duele una pérdida que ya es irreparable. Confieso que a veces me pasa con las personas, pero no quiero que se me malinterprete, no es un desprecio hacia nadie, es la búsqueda de la coherencia lo que me motiva.

Una vez que consigo algo, mi impulso primordial es acabar con ello. Puesto que el acto de destruir es en sí mismo una obra circunstancial, procuro quitarle peso, quitarle literatura, normalizarlo, convertirlo en un acto reflejo y cotidiano y no dotar, justificándolo con un final, de sentido al principio, confiando en que un principio no necesita justificarse ya que no creo en los hitos temporales (aunque esta hipótesis es físicamente muy improbable) que son los principos y los finales, sino en el flujo de los acontecimientos... ¿para que al final sea todo una sucesión de actos cotidianos, intrascendentes y circunstanciales? No es esa mi intención pues no está en mi naturaleza esa búsqueda, pero sí es cierto que creo que es ese el ideal al que habría que tender (¡¡y el ideal se quedó seco!!).

Otra hipótesis menos rebuscada, más probable y en fase con mi educación y mi cultura que barajo para explicar esa necesidad de destruir: ese mismo impulso que, cuando hacía -mi padre hacía, yo vivía con la ilusión de que eran obra mía. Es mi padre de ese género de padres manitas que consiguen que las manualidades parezcan sencillas- perfectitos castillos en la arena, me llevaba a destrozarlos antes de regresar a casa: si yo me deshago de algo, nadie me lo podrá quitar.

Meando fuera de tiesto por diversión, en el furor diatriba, cito a Carlos Atanes:

veo muy claro que la necesidad del advenimiento de una Tercera Guerra Mundial se nutre en el cáliz más esencial del pensamiento judeocristiano: la linealidad inexorable del tiempo, el sentido histórico


Sustituimos en "la necesidad del advenimiento de una Tercera Guerra Mundial", "la necesidad de destruir lo construido" y ¡ya está una parte de mi tesis!
No debí nacer en el seno de una familia judeocristiana.

El futuro no está en occidente. Los occidentales tenemos vértigo, los occidentales no tenemos miedo a la caída, tememos no poder controlar el deseo de tirarnos al vacío, el deseo de acabar con lo que hemos empezado.

___

Mañana reviso este texto, creo que le crujen las articulaciones.

He cambiado el estilo porque los números con la fuente de esta plantilla molan mil. Queda un poco cutre con la mayoría de las imágenes que he puesto... bueno, ya pensaré en algo. ¿Cómo se pone esta fuente en la otra plantilla con bg negro?

4 Comments:

Blogger M. said...

De negro estás más elegante. Sin duda.

15/12/05 05:11  
Blogger Álvaro said...

Dicho y hecho. Ya le pondré la otra fuente cuando sepa.

15/12/05 10:33  
Blogger Lince said...

sip, me uno. negro es más guays

prefiero comentar el estilo del blog que el texto en si mismo, al que le crujen las articulaciones y no se deja que yo lo entienda bien.

besis.

15/12/05 10:37  
Blogger Álvaro said...

Es que al final no lo revisé :xuxi:

Pero entiendo que tampoco hace falta, ya escribiré algo interesante.

15/12/05 10:41  

Publicar un comentario

<< Home